Mantenerse vigente es el gran desafío

 La familia Navarro Correas, desciende de los Correas; de antigua tradición en la elaboración. Don Juan de Dios tuvo además un activo desempeño en la vida pública de la provincia de Mendoza. Ocupó el cargo de Regidor del Cabildo de Mendoza en el año 1814 y fue gobernador en 1824, colaborando en el ejército de quien fuera su amigo, el General San Martín. 

Desde mediados de 1800, y durante un siglo, la familia vendió sus uvas y vinos a otros productores. Aquel sueño de Don Juan de Dios, ya en siglo XIX, lo continuó Don Edmundo Navarro Correas, descendiente directo de la familia Correas, quien decidió producir vinos bajo su propio nombre con la idea de perfeccionar ese cultivo; corría el año 1974. 

Debido a la importancia de encontrar uvas de calidad para la obtención de vinos nobles, seleccionó microclimas especiales de la provincia de Mendoza para la producción de las uvas con las cuales elaborar sus vinos. Uvas provenientes de Tunuyán, Tupungato, Maipú, Ugarteche, Perdriel y Agrelo, áreas regadas por aguas ricas en minerales provenientes del deshielo de las nieves eternas de la Cordillera de Los Andes.

Con dos siglos de historia, la bodega pasó en 1996 a ser propiedad del grupo internacional DIAGEO de bebidas. Es a partir de ese momento que comienzan a intervenir las técnicas de elaboración de la casa, en la antigua bodega de Russell, Maipú. En 2004, para poder hacer frente al crecimiento de la demanda internacional, se construye la Cava Godoy Cruz, y más tarde, la moderna bodega en Finca Agrelo, inaugurada en 2009, con la idea de focalizarse desde allí en el desarrollo de las líneas de alta gama; Reserva, Alegoría, Structura Ultra, y más tarde, Selección del Enólogo. Dicha bodega dispone de una capacidad de producción de cuatro millones de litros. Además, cuenta con una sala de barriles con una capacidad máxima de 2.000 barricas. Destinada a consolidar su liderazgo en el mercado de vinos y vinos espumosos enfocados al segmento Premium, la construcción de esta nueva bodega demandó una inversión total de 14 millones de dólares. Así, Diageo Wine Team Latin American & Caribbean se posicionó en el negocio de vinos a partir de una estrategia de crecimiento sostenido en toda la región. 

La Bodega Navarro Correas siempre fue protagonista, tanto en vinos tintos y blancos como en espumosos. Desde siempre, los hacedores junto al equipo de Ingenieros agrónomos, seleccionaron las regiones con los microclimas y los suelos más destacados de Mendoza, con el fin de lograr complejidad, contar con diversidad y seleccionar el mejor terruño para cada variedad. Desde el año 2010, vienen implementando mejoras productivas que involucran menor consumo de agua y de energía, generando menor cantidad de gases por caja. Así, se ha convertido en una de las bodegas más eficientes y sustentables. Gracias a este trabajo constante obtuvo certificaciones en Gestión ambiental, en Buenas Prácticas Agrícolas, Gestión de Calidad, Seguridad Alimentaria, Inocuidad Alimentaria, Gestión Ambiental y Salud y Seguridad Ocupacional. 

Todo eso le significó un gran crecimiento a nivel internacional, pero a la vez correrse un poco del foco del vino, ya que, por el peso de su nombre, Navarro Correas debería haber sido una de las impulsoras del gran cambio de la enología nacional, junto con los Catena Zapata, Luigi Bosca, Trapiche, Zuccardi, Norton, etc. 

Sin embargo, la diferencia entre ambos mundos; el de las bebidas espirituosas y el del vino; llevó a vender la compañía. Así, el Grupo Peñaflor la adquiere, con la intención de devolverle todo el prestigio del significado de su marca, una de las más reconocidas en la región. La tradición, con muchos cambios, continuó a lo largo de los años, y hoy le toca a la joven enóloga mendocina continuar ese gran legado. 

Alejandra Riofrio, la elegida para continuar con la tradición de los Navarro Correas, es nacida en Mendoza, y desde muy pequeña recuerda los buenos momentos compartidos alrededor de la mesa, acompañados por las preciadas botellas de vino que guardaban en la cava familiar. A los 16 años comenzó su camino en el mundo de la enología, cuando realizó su primera pasantía en una bodega cercana a su casa en Maipú. Esa experiencia despertó el espíritu inquieto y explorador que la caracteriza, y que actualmente es el motor que la impulsa a concebir cada una de sus creaciones.

De su mano, Navarro Correas hoy quiere recuperar protagonismo con vinos más modernos elaborados con uvas propias, pero inspirados en el gran legado de la casa.

Apenas finalizada la vendimia 2021, la flamante Enóloga Jefe tomó las riendas entendiendo que sus vinos deben satisfacer a todo tipo de público, y que, por el peso de su historia, deben destacarse en cada segmento que participen. Desde un blend complejo, como el Selección del Enólogo, que invite siempre a experimentar propuestas diferentes y originales, ya sea desde las cepas elegidas o desde los procesos enológicos, siempre con la calidad que caracteriza a la bodega, hasta vinos jóvenes y frutados. “Hemos ido trabajando los vinos para que se ajusten al paladar actual, con las técnicas modernas de vinificación y con el desarrollo de terruños que tenemos en estos días. Hoy, la premisa que tenemos es continuar el legado de una gran marca argentina, pero no quedarnos en la historia. Seguir para adelante y poder captar nuevos consumidores, jóvenes con las transformaciones que estamos haciendo en los vinos” comentó la joven winemaker.

Hoy, la bodega juega un rol importante en los principales eventos deportivos de la Argentina, sumando glamour y disfrute alrededor del polo y del tenis, siendo anfitrión oficial del polo argentino y sponsor del reciente ATP Buenos Aires. Sin duda, dos eventos de nivel internacional que sirven para llegar a un público exigente, que reconoce el estilo y la trayectoria. 

Hoy, en plena cosecha 2022, Alejandra se ilusiona por la gran cantidad de componentes que puede desarrollar en su moderna bodega, y por cómo se está desarrollando la vendimia. Sabe que su capítulo en esta larga historia recién está comenzando, y que tiene todo para cumplir con el legado.

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at Fabricio Portelli

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