Federico Benegas ha decidido hace muchos años escribir sus propios capítulos en su rica historia familiar del vino, ya que pertenece a una de las familias más tradicionales de la vitivinicultura argentina. Seguramente la experiencia adquirida y el aval que le da la historia son algunas de las claves de su éxito.
Federico Benegas ha decidido hace muchos años escribir sus propios capítulos en su rica historia familiar del vino, ya que pertenece a una de las familias más tradicionales de la vitivinicultura argentina. Seguramente la experiencia adquirida y el aval que le da la historia son algunas de las claves de su éxito. Recordar que la familia Benegas tiene una historia muy arraigada en el desarrollo de la industria vitivinícola en Argentina. Don Tiburcio Benegas; su bisabuelo; llegó a fines del 1800 a Mendoza y, junto con su suegro Eusebio Blanco; quién llevara a Michel Pouget a Mendoza, tienen la visión de una industria vitivinícola sostenida para la provincia. Don Tiburcio viaja entonces a Chile y a Francia para traer estacas de los mejores Chateau de esa época, de variedades desconocidas hasta entonces, como Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y Chardonnay, entre otras. También repartió estacas con la intención de crear una industria. Así fue que de 1883 a 1886, la cantidad de hectáreas de viñedos creció de 2.000 has a 6.000 hectáreas, llegando a las 40.000 en 1920. Además, desarrolló conceptos novedosos en pos de la calidad, como ser plantar en forma separada las variedades blancas de las tintas y el uso de la elaboración por gravedad. Y en 1883 funda la bodega «El Trapiche», elaboradora de vinos que competían con los Europeos.
Vinos de autor, con mucha historia
Federico Benegas Lynch es cuarta generación de una de las familias más tradicionales del vino argentino. Decidido a recuperar el legado familiar, en 1999 adquirió una vieja viña plantada por su bisabuelo en una de las mejores zonas de Mendoza, y se lanzó a la producción de vinos. Fundó su bodega a comienzos del nuevo milenio y recuperó esas vides cargadas de historia de Finca Libertad. Sin embargo, fue por más, y adquirió viñedos en el Valle de Uco, con la misma intención, seguir haciendo vinos de autor que reflejen su historia.
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